Procesamos con los estudiantes la información científica y tecnológica, para la construcción del conocimiento, de manera oportuna, clara y completa. A la vez que innovamos metodologías interactivas.
Los estudiantes practican la corresponsabilidad compartiendo la autoridad y la responsabilidad en las organizaciones estudiantiles como: municipio escolar, sistema de delegados, escolta escolar, comisiones de trabajo y otros.
Les mostramos la subsidiariedad y complementariedad de los seres humanos en la sociedad delegando funciones al interior de la institución.
Los entusiasmamos en los objetivos comunes de la institución para comprometer su esfuerzo, adhesión y participación como futuros ciudadanos en la sociedad.
Los estudiantes participan en grupos de pastoral y grupos juveniles de apoyo social.
Los docentes testimonian a partir del ejemplo, cómo los estudiantes son capaces de asumir activa y responsablemente sus deberes y compromisos.
Los estudiantes son capaces de conocer, defender y exigir sus derechos legalmente reconocidos, a la vez que se sensibiliza por los que son más vulnerables.
Se crean espacios formativos que propicien el discernimiento y la toma de decisiones para ser capaces de optar por proyectos de responsabilidad social y el bien común.
Fortalecemos su autoconocimiento, auto aceptación y autoestima con estrategias innovadoras y personalizadas y el acompañamiento socio afectivo del docente tutor.
Utilizamos estrategias para que los estudiantes aprendan a aprender de forma autónoma y para toda la vida, desarrollando sus habilidades para la investigación y el trabajo cooperativo de complementariedad y autorregulación.
El estudiante construye su conocimiento a partir de aprendizajes y experiencias de vida con el fin de aplicar el conocimiento en contextos familiares, laborales y comunales (CN 2017).
En las actividades pedagógicas fomentamos el trabajo cooperativo, el pensamiento crítico, creativo y pensamiento complejo, como herramientas para conocer y analizar el cambiante mundo globalizado.
Los aprendizajes se basan en hechos, situaciones y experiencias que el estudiante tiene sobre su entorno local, nacional y global.
Se evidencia la solidaridad no como asistencialismo sino como una actitud permanente para aprender a compartir y sentir con el otro, con el diferente.
Elaboramos proyectos sostenibles de solidaridad donde toda la comunidad participa activamente y desarrolla competencias, capacidades, actitudes y valores.
Incluimos en nuestro sistema educativo a niños, adolescentes y adultos con habilidades diferentes como signo de fraternidad y de opción por los más vulnerables y excluidos.
Fraternidad, Ternura, Misericordia
En la interacción cotidiana entre docentes y estudiantes, practicamos la convivencia basada en el amor incondicional hasta dar la vida.
Las relaciones humanas al interior y exterior de la comunidad educativa son iluminadas desde el evangelio por el amor redentor de Jesús que nos revela la misericordia y ternura de Dios Padre.
Priorizamos actividades no solo laborales o académicas, sino de convivencia, diálogo de reflexión y amistad, en las que las personas se sientan a gusto y se exprese el espíritu de comunidad educativa mercedaria.
Practicamos la ternura y misericordia en las diferentes actividades pedagógicas y de pastoral.
Evidenciamos a partir de nuestra propia actitud, que la búsqueda constante de la verdad es un principio de reflexión, y que se basa en el conocimiento de Jesús. “La verdad los hará libres” Jn. 8,31-38.
Desarrollamos actividades y estrategias de aprendizaje que generen una actitud crítica y reflexiva del estudiante frente a los diversos fenómenos sociales, políticos y económicos de una realidad fragmentada y reduccionista que presenta la modernidad.
Orientamos a los niños y adolescentes en el desarrollo de su capacidad de juicio y discernimiento destinando espacio, tiempo y recursos.
Promovemos un análisis de la realidad en base a: Ver (diagnosticamos la realidad), juzgar (emitimos una apreciación) y actuar (nos comprometemos de forma concreta).